8 de set. de 2009

Maldición

Maldición

Quema en fuego el cielo del día
Hierve en mi cuerpo sed y hambre
Cuando gritan demonios en agonía

De la tierra no deseo el fruto
Hambre que no tiene del pan necesidad
Solamente sangre fria me apetece
Sorber las carnes en ancha oscuridad

Quizás hoy, de mi cuerpo nudo
Nazca por fin la Diosa suprema
De odiosas creaturas divinidad

Tengo ojos escuchando tinieblas
Tengo en cenizas el ánima mía

Murmullan del infierno estos arados:
— Que el mondo todo sea del rublo dolor —

Caminando en sombría melancolía
La humanidad en eterno horror!

Tânia Souza

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